Guías para familias:
Cómo Interactúo En Internet: Relaciones Y Comunicación
Esta breve guía está dirigida a las familias, tutores y/o responsables del cuidado, protección y educación de menores.
Pretende agrupar actividades para hacer en familia sobre el uso de Internet y lo digital, que complemente la educación en Ciudadanía Digital que los menores y jóvenes están recibiendo en sus centros educativos.
La familia siempre será la base de la educación y del aprendizaje de menores y jóvenes, y los hábitos saludables en línea no son la excepción. La tecnología se mueve a gran velocidad y adelantarse a los acontecimientos puede ser todo un desafío.
Hemos creado esta guía para que las familias podáis incorporar y practicar buenos hábitos digitales con mayor facilidad en sus vidas.
Cuando haya menores que no dispongan aún de dispositivos digitales, es conveniente que presencien las actividades en familia y vayan escuchando las recomendaciones y conversaciones de los demás miembros de la familia.
Tiene como finalidad servir de inspiración y ejemplo para hacer estas y otras actividades relacionadas que se os ocurran alrededor de esta importante temática.
Concretamente, esta guía ayudará a toda la familia a evaluar, analizar y aprender juntos, cuestiones que se suscitan alrededor de seis áreas fundamentales de la ciudadanía digital:
Internet y las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales han favorecido enormemente las relaciones sociales entre otras razones por la facilidad de contacto y la ampliación del número de relaciones casi sin límite.
En internet la rapidez, la inmediatez y el anonimato, nos da la falsa sensación del “todo vale” y más en una época que asistimos a las continuas descalificaciones, discursos del odio e incluso insultos en los medios digitales.
La facilidad y la inmediatez que otorgan los dispositivos móviles para estar en contacto, enviar mensajes y esperar respuestas, pueden provocar que las relaciones, tanto de amistad como otras más íntimas, se enrarezcan e incluso se vuelvan asfixiantes.
Jóvenes y adolescentes deben asumir que al igual que cualquier otro medio de información y comunicación, en internet debe haber unos mínimos códigos de conducta y que, si no respetamos nuestras diferencias y discrepancias, pueden llegar a convertir la red en algo tóxico y dañino.
Es conveniente educar en el uso de internet teniendo en cuenta estos riesgos y desafíos para obtener lo mejor de la tecnología.
Las relaciones en la vida real y las relaciones digitales
Podemos empezar por hacer un ejercicio en familia:
Con qué personas nos relacionamos en la vida real: familiares, amistades, compañer@s del colegio o del trabajo, personas que conocemos a través del futbol o de una tienda o la peluquería. Y de qué manera: Por teléfono, cara a cara, en el cole, etc…
Con esa lista vamos a comentar qué le contaríamos a cada persona y de qué hablamos.
Vamos a hacer lo mismo con el mundo de internet, teniendo en cuenta que lo que hacemos aquí no sabemos a cuanta gente puede llegar y cuánto puede permanecer.
Cuando hablamos con menores, es conveniente que escuchen cómo respondéis los miembros de la familia que tenéis dispositivos digitales.
Entre toda la familia sacamos conclusiones. ¿Debemos actuar de forma más cuidadosa o de otra forma?
¿Cómo sabemos cuándo nos sentimos a disgusto?
Es importante detectar nuestros sentimientos cuando algo nos hace sentir mal o a disgusto, hacerlo consciente a nosotr@s mism@s y a los demás.
Vamos a hacer en familia el juego de las muecas que permitan hablar de esos sentimientos. Jugad a poner caras y gestos y a adivinar el sentimiento. Y con cada adivinanza, antes de contestar haced preguntas sobre sensaciones físicas.
Por ejemplo
Apretarse la barriga: ¿Te duele? ¿Tienes sensación rara en la barriga? ¿Es que has comido demasiado?…
Sonrisa en la cara: ¿Te sientes feliz?
Hombros caídos: ¿Estás triste? ¿sientes preocupación por algo?
Ganas de llorar…
Todas aquellas muecas que permitan hablar de las sensaciones físicas que implican.
¿Las comunicaciones por internet como nos hacen sentir?
Abrimos una conversación en familia sobre cómo nos sentimos con cosas como las conversaciones y las notificaciones por redes sociales, mensajerías como WhatsApp o Snapchat, correos electrónicos, etc..
¿Sentimos la necesidad de contestar rápidamente?
¿Dejamos lo que estamos haciendo para leer y contestar lo antes posible?
¿A veces nos parecen demasiado los mensajes que recibimos?
¿Podemos llegar a sentirnos con agobio en ciertos momentos por la cantidad de mensajes y notificaciones que recibimos?
Vamos a comentar que se puede hacer en esas situaciones.
Encontrad un equilibrio con el que os sintáis con comodidad.
Es bueno acordar en familia algunas normas de conducta que nos ayude a encontrar un equilibrio entre nuestra vida real y nuestras relaciones digitales.
Confeccionar una lista de prioridades y momentos de desconexión en casa.
Las relaciones tóxicas
En el mundo digital, al igual que en la vida real, se pueden tener relaciones que se consideran tóxicas.
En el mundo digital se agravan porque estas relaciones pueden estar presentes a todas horas y en cualquier lugar.
Mensajes a todas horas que requieren respuesta inmediata, requerimientos permanentes de “donde estas, qué haces, con quien estas…”
Grupos lanzándose retos, muchas veces peligrosos, mensajes de acoso o burla, o incluso propagando mensajes de odio.
RECORDAD:
Cada familia es un mundo
Cada familia tiene su propia manera de expresarse y de relacionarse así que debéis encontrar vuestra propia forma y momentos para compartir.
Reflexiona sobre tus hábitos
Cuando habléis en familia, tened presente cómo compaginas tus actividades dentro y fuera de Internet.
¿Hay algo que puedas hacer para ser un ejemplo de los hábitos que esperas ver en el resto de tu familia?
Las relaciones en el mundo real y el digital no son incompatibles
Ambos tipos pueden solaparse y complementarse. Solamente hay que guardar unas normas en cada una y saber equilibrarlas en nuestro día a día.